“A PESAR DE CUALQUIER OBSTACULO, NUNCA TE DETENGAS POR MAS GRANDE QUE SEA”


¡Hola!, soy Luciana y esta es mi historia…

-05 de septiembre del 2014, desperté a las 4:30 AM como lo hago comúnmente, debía ir al colegio, cursaba 7mo grado y estaba por acabar el año. A la tercera hora de clase me empecé a sentir muy mal así que fui a coordinación y ahí llamaron a mi madre, ella fue por mí e inmediatamente me llevó al hospital, pero me dijeron que solo tenía un virus el cual estaba dando en esa época, así que me llevaron a mi casa y en el transcurso del día me seguí sintiendo mal.

 

-06 de septiembre del 2014, era un sábado aproximadamente las 2.00 AM, mi madre se tenía que ir a trabajar, pero mi hermana sharol se acostó junto a mí ya que todavía me sentía un poco mal.

 

Eran las 9:00 AM y aún seguía sintiéndome mal, pero sumado un dolor en el seno izquierdo, subió mi temperatura a 39° y vomitaba sangre, mi hermana sharol se preocupó demasiado así que decidió llamar a nuestra madre, ella le dijo que revisara mi seno izquierdo y se llevó la sorpresa que un líquido extraño estaba saliendo de mi seno,

inmediatamente llamó de nuevo a nuestra madre y ella decidió llevarme al ginecólogo.

 

 

2:00 PM… Estábamos en la sala de espera del consultorio y cinco minutos después escuchamos mi nombre, en ese momento vomite sangre, así que el doctor me reviso rápidamente y tenía tres grandes bolas en mi seno izquierdo los cuales se llaman quistes, mi madre preguntó que por qué a mí corta edad tenia quistes en el seno y él no respondió. 

 

-08 de septiembre del 2014, eran las 8:00 AM y estábamos en el laboratorio, ese día falté a clase, a las 8:30 me pasaron y la enfermera dijo: ¨debes estar tranquila, debemos sacarle sangre, además le vamos a poner dos agujas en el seno para sacar unas muestras¨, y así fue, me dolió demasiado pero me tenía que aguantar porque quería saber lo que tenía, al finalizar la enfermera dijo que los exámenes se demoran dos horas para entregarlos.

Pasaron dos horas, eran ya las 11:00 AM y fuimos por los resultados, para nuestra gran sorpresa tenia ¨CANCER¨.

Ninguna de las dos lo podríamos creer, tan solo tenía 13 años, era muy pequeña para sufrir debido a esta enfermedad.

Salimos del laboratorio y en seguida nos fuimos al consultorio del ginecólogo que me mandó a hacerme los exámenes. Después de ver los exámenes dijo que tenía que operarme y de urgencia debido a que el tumor estaba demasiado grande, y si no lo hacía podía perder mi seno. Al fin de cuentas decidieron operarme el 15 de Septiembre.

 

-15 de septiembre del 2014, llegó el gran día de la operación y los nervios me estaban ganando, y las lágrimas de mi madre no paraban, pasaron 2 horas y 30 segundos, habían terminado y por el momento todo iba bien, me pasaron a sala de recuperación, allí dure 1 hora. El doctor dijo que la operación había sido un éxito, pero debía empezar las quimioterapias debido a que el cáncer continuaba en mi cuerpo. Pensé que después de la operación todo acababa, pero en realidad era el comienzo de una pesadilla.

 

-23 de septiembre de 2014, 2:30 PM, primer día de quimioterapia, era un día demasiado normal, estaba un poco nerviosa ya que no sabía sobre qué trataba esto. Llegue a la sala de espera y habían 5 personas más, cuando llega mi turno la enfermera me llevó a la sala de quimio, allí sacó una muestra de sangre y me aplico 2 medicamentos, allí estaba mi madre tomándome de la mano. Al salir me dirige hacia el colegio donde estaba cursando 7 grado, ya llevaba algunos días sin ir y no quería perder el año por esta situación. El rector del colegio entendió mi situación, habló con todos los profesores para que yo pudiera presentar los trabajos atrasados y que me comprendieran cuando me sentía mal, además que me excusaran cuando faltara a clase. Tuve que esforzarme mucho para adelantarme en todo, gracias a mi madre y mi

hermana las cuales me ayudaron. Cada día que pasaba me sentía muy mal, no tenía alientos y el vómito era constante, me sentía triste, cada quimio era más dolorosa y quedaba sin ánimos. Pasaron los meses y logre terminar el año escolar, no de la manera que yo esperaba, pero ya se estaba en el año 2015 y esperaba tener un buen año.

 

-10 de enero de 2015, 8:00 AM, otra quimioterapia, pero esta vez el doctor decidió duplicar las dosis de medicamentos, esta vez iba a ser peor, quedaría más sin alientos y los vómitos seguirían constantemente. Dentro de mi decía: …Nunca debes rendirte, siempre fuerte y valiente. Pasaron 3 días después de la quimio y ya mi cabello se empezaba a caer, en ese momento sentí un gran vacío porque amaba mi cabello, era muy lindo y largo. Pasaron 2 días y decidí junto con mi madre cortarlo todo de una vez,

porque pensé que no aguantaría ver caer mi cabello poco a poco y sería mejor cortarlo todo de una vez. Faltaba menos de un mes para volver a clases y sentía un poco de nervios a la reacción de mis compañeros al verme sin cabello, pero a la hora de la verdad casi no me importaba, solo quería que todo terminara pronto para así volver a

mi vida normal, donde jugaba con mi hermana Sharol a los peinados y solo pensaba en disfrutar de mi niñez. Mis padres se habían separado hace mucho tiempo, yo no me hacia la idea. Cada vez que hablaban por celular terminaban discutiendo. Mi padre no creía que yo estaba enferma hasta que llego el fin de semana que me correspondía pasar con él, al momento de encontrarnos quedó pasmado con mi imagen pálida y destruida debido a los medicamentos, pero lo que más le dolió sin duda alguna fue verme sin cabello, ese cabello que él me acariciaba para quedarme dormida y ahora no lo tenía.

 

-26 de enero de 2015, a las 4:30 AM sonó la alarma y muy feliz me levante de la

cama, ya quería ver de nuevo a mis amigos y hacer como si nada hubiera pasado

aunque aún no se había acabado.  Me reencontré con mi ¨mejor amiga¨, pero al verme sin cabello no era la misma de antes, ese día ella conoció nuevas amigas y se empezó a distanciar de mí con el pasar de los días. Me sentía mal emocionalmente porque se suponía que mi mejor amiga iba a estar conmigo en las buenas y malas, pero no era así. La única que estuvo conmigo en los peores momentos fue mi madre.

 

Hace 5 años en la ciudad de Bogotá me encontraba en un estado muy crítico, acababa de salir de una operación y 2 quimioterapias, tenía miedo y estaba bastante asustada, no podía creer el cambio tan grande que estaba teniendo mi vida, después de ser la niña consentida, la de cabellera hermosa; pase a ser la preocupación de toda mi familia y la causante de la tristeza de mi madre, no me cabía en la cabeza que una niña de 13 años pudiera tener cáncer de mama.

 

Todo esto me ha llevado a pensar que el cáncer no es más que tú, y si no le muestras tus lados débiles podrás ser

fuerte y superarlo. No siempre sucede lo que queremos, la vida nos da sorpresas y a la vez problemas para que los superemos. Y yo con tan solo 13 años pude superar esta gran enfermedad, estoy completamente segura que mis problemas no serán un obstáculo para salir adelante y cumplir lo que se me proponga, nunca perdí la fe y la esperanza de algún día escuchar que todo se había acabado.

 

No eliges enfermarte, no eliges tus desgracias, pero si eliges cómo poder superar todo, eliges tu futuro y cómo quieres que pase.

No elegí el cáncer, el me eligió a mí y no fue tan malo, quizás así aprendí a verlo después de tanto. Al pasar el tiempo decidí aprender a vivir cada día como si fuera el último, ya que no sabes cuál sea el último realmente. Al principio de la enfermedad tenía mucho miedo ya que conocía casos de personas que se han muerto por esta enfermedad, mas sin embargo era una niña de solo 13 años que solo piensa en jugar con sus amigos y cumplir con sus trabajos académicos, pero en mi caso fue todo lo contrario. Tuve que madurar desde muy temprano para así poder ser fuerte mentalmente y eso es lo que muchos no logras, ya que se dejan llevar por sus debilidades y creen que van a morir como todos los demás, pero no se dan cuento que los demás piensan igual, creen que su tiempo en esta vida es corto y mentalmente se debilitan. Últimamente valoro más lo que tengo y lo que me pueden ofrecer mis padres, porque aprendí a ser feliz aun sabiendo que la tristeza me rodea, primero mis padres se separan, y para completar me enfermo de cáncer. En esos tiempos me sentía de lo peor sabiendo que mis padres iban a estar discutiendo constantemente culpándose el uno al otro. Mi mayor consejo seria que no se desmotiven por tener una enfermedad terminal, o problemas de los que crees que no vas a salir, solo mira hacia adelante que si el presente lo vivimos de manera positiva pensando siempre en lo mejor para nosotros, el futuro será lleno de éxitos.

 

 

NINGUNA META TIENE UN LÍMITE, ELÚNICO LÍMITE LO PONES TÚ…